sábado, 20 de abril de 2013

Capitulo 21: No puedo soportar que me odies


Nos pusimos a buscar a Carlos por toda la casa, por los alrededores del barrio por todos los sitios que se nos ocurrían, le llamábamos al móvil pero nos contestaba el buzón de voz, los chicos y Nerea decidieron salir a buscarle por los lugares a los que solía ir, a mi me dijeron que me quedará en la casa por si volvía y así lo hice.
 Al cabo de unos minutos escuché unos ruidos extraños en la casa, no sé de donde venían, así que seguí el sonido de los ruidos hasta que llegue al medio del pasillo, no había nada, miré al techo y vi que había una especie de trampilla, supuse que si la abría llegaría a la buhardilla, así que pegué un pequeño salto tire de la cuerda que colgaba y abrí, subí por las escaleras que había salido al abrir la trampilla, cuando estaba arriba volví  a tirar de la cuerda, y cerré la trampilla, observé aquel lugar, la verdad es que era bastante grande, en un rincón de la habitación vi el reflejo de una sombra, pero no podía distinguir quien era, caminé hasta esa persona, y cuando estaba mas cerca, pude ver quien era, era Carlos.

— ¿Qué haces aquí? -le pregunté - todos te están buscando.
— ¿Y tú como me has encontrado? -me preguntó ignorando mi pregunta.
— He escuchado unos ruidos, los he seguido y me han traído hasta aquí -le expliqué. Él no contestó.
— ¿Vas a responder a mi pregunta? -le pregunté, se giró y me miro. -¿Por qué estás aquí?
— Quería estar solo -me contesto secamente.
— ¿Y por qué no has avisado a los demás?
— Ya te he dicho que quería estar solo -volvió a responderme de la misma manera.
— Está bien -le dije. Se creo un silencio de varios minutos pero le rompí cuando volví a preguntarle.
— ¿Te pasa algo?
— ¿Por qué tendría que pasarme algo? -me preguntó sin mirarme
— Pues porque estás raro.
— Estoy como siempre -volvió a contestarme y como no, sin mirarme.
— No es cierto, no estás como los días anteriores, y además cada vez que me hablas no me miras -le reproché.
—  Tal vez no quiera hacerlo.
— ¿Se puede saber por qué me tratas así? -le pregunté un poco enfadada.
— ¿Así como?
— Como si me odiaras, como si te hubiese hecho algo.
— Tal vez lo hayas hecho -y continua contestándome sin mirarme y con misterio.
— Pues quiero que me digas lo que te e hecho, porque no puedo soportar que me odies.

2 comentarios:

  1. Guau me encantan cada vez los capítulos, por cierto soy noe_95_ga.
    Muchos besos wapa te kierooooo

    ResponderEliminar