sábado, 27 de julio de 2013

Capitulo 29: Te avisé. Si no estás conmigo no estarás con nadie.

Regresé a casa sobre las cinco o así, cuando llegué Nerea todavía no estaba, sin embargo Cinthia estaba muy preocupada, se le notaba demasiado.

— Cinthia, ¿estás bien? -la pregunté.
— Estoy preocupada por Nerea.
— ¿Por qué?
— Desde que se fue esta mañana no ha dado señales de vida.
— Dijo que quería estar sola.
— Lo sé, pero…. ¿y si Pablo la ha hecho algo? -dijo temerosa.
— ¿Qué?
— En la nota decía que si no estaba con él, no estaría con nadie.
— Bueno, si. Pero no creo que llegue a hacerla nada. Al menos lo espero.

Cinthia iba a decirme algo, pero en esos momentos sonó el timbre. Fui a abrir y para mi sorpresa me encontré con David. Mierda. Me iba a preguntar dónde estaba Nerea, empezaría a hacerme preguntas y al final acabaría contándole todo.

— Hola Fani, ¿está Nerea? -dijo entrando en la casa.
— No, Nerea no está. Ha salido.
— ¿La puedo esperar aquí? -me preguntó
— Claro, estás en tu casa.

Cogí a Cinthia del brazo y me la lleve a la cocina.

— ¿Qué hacemos si no vuelve? -la pregunté
— Pues tendremos que contarle la verdad.

En esos momentos mi móvil sonó. Era un mensaje de un número desconocido. Pero en cuanto lo leí supe de quién era.

“No esperéis a vuestra amiga, porque no va a volver. Ya la avisé. Si no está conmigo no estará con nadie”

— Vale. Este tío está loco -dijo Cinthia.
— ¿La ha secuestrado? -pregunté con la voz entrecortada.
— Vale, creo que ha llegado el momento de contárselo a los chicos, y lo más importante, a la policía.
— Tienes razón.

Cinthia y yo volvimos al salón, no podíamos ocultar las caras de preocupación, y David lo notó.

— ¿Os pasa algo?
— Tenemos que contarte algo. A ti y a los demás -dije.
— Es muy importante -dijo Cinthia.
— ¿Puedes avisarlos para que vengan? -le pregunté.
— Está bien.

David llamó a los demás, al poco tiempo llegaron.

— Bueno, ya estamos todos -dijo David- ¿Qué es eso tan importante que tenéis que contarnos?
— Es sobre Nerea -dijo Cinthia.
— ¿Qué le ha pasado a Nerea? -preguntó David preocupado.
— Nerea… está secuestrada.

viernes, 19 de julio de 2013

Capitulo 28: ¿Y tú quien eres?

Cinthia y yo nos pusimos detrás de ella, cuando Nerea desdobló la hoja, no podíamos creernos, lo que había escrito allí, ni lo que había adjunto.
En la hoja había escrito “Qué pronto me has olvidado, pero recuerda, si no estás conmigo no estarás con nadie” y una foto de David y Nerea.

— Esta foto es de ayer…
— ¿Os espía? No me lo pudo creer -dije- a este chico que se le ha  ido la cabeza.
— Pero… ¿sabéis quién es la persona que ha enviado esto? -preguntó Cinthia.
— Seguro que ha sido Pablo -dijo Nerea.
— ¿Quién es Pablo?
— Mi ex novio.
— Nerea, tienes que denunciarlo -la dije.
— Pero sin pruebas de que haya sido él no pudo hacer nada.
— ¿Se lo vas a decir a David? -preguntó Cinthia.
—  No lo sé.
— Mañana has quedado con él ¿no? -la dije y ella asintió- piénsalo detenidamente esta noche y mañana haces lo que creas mas conveniente.
— Necesito salir fuera, que me de el aire un poco -dijo cogiendo sus cosas.

Nerea no dijo nada mas, cogió sus cosas y salió por la puerta.
Yo estuve pensando, ya que hoy no tenia que ir a trabajar, pensé en hacerle una visita a mis padres, con suerte estarían en casa, me arreglé, cogí mis cosas y me fui. Cinthia se quedó sola en casa pero por poco tiempo, ya que al rato de irme yo, recibió una llamada en el móvil y también se fue de casa.

Estuve un par de horas en casa de mis padres y luego me fui, por el camino de vuelta a casa, decidí que hoy comería fuera.
Iba a doblar la esquina de la calle cuando me topé con alguien, cuando levanté la vista vi que era Carlos y que estaba acompañado de una chica, unos años menor qué el, ella tenia el brazo pasado por su cintura y él rodeaba su cuello con su brazo.

— Lo siento Fani, no te he visto -se disculpó.
— Tranquilo, no pasa nada.
— Carlos ¿no nos vas a presentar? -le dijo la chica.
—  OH! Si, perdón -dijo- Fani esta es Laura mi prima, Laura ella es Fani una amiga.
— Encantada -dijo la chica.
— Lo mismo digo.
— Oye, ¿y Nerea y Cinthia? ¿Cómo es que no estás con ellas?
— Nerea… bueno, necesitaba estar sola, yo he salido ha hacer una visita a mis padres y Cinthia se ha quedado el piso y no sé si habrá salido o no -le expliqué.
— ¿Y por que Nerea…? -no le dejé acabar.
— Es una larga historia.
— Oye Fani, Carlos y yo íbamos a comer a un restaurante que esta aquí al lado, ¿te apuntas? -me preguntó Laura.
— Bueno yo…
— Venga vente, mujer!
— No quiero molestar.
— Como vas a molestar no digas tonterías.
— Esta bien.
— Genial! Vamos.

La verdad es que la prima de Carlos era bastante maja, y eso que al verlos juntos pensé que era su…
Espera, espera… ¿y si lo hubiese sido que mas da? ¿Tu no sientes nada por él, verdad? … ¿O sí?

lunes, 8 de julio de 2013

Capitulo 27: Remitente inexistente

Por fin un día de descanso, estos últimos días han sido agotadores. Me levanté a eso de las once, me duché y bajé a desayunar algo, cuando llegué a la cocina vi a Cinthia y a Nerea y la verdad, me extrañó verlas allí.

— ¿No teníais que estar en la tienda? -les pregunté confusa.
— Sí, pero Sandra tenía que hacer unas gestiones y nos ha dado el día libre -me explicó Nerea.
— Pues que bien -sonreí.
— Oye, tienes que contarnos que tal ayer tu “cita” con David -le dijo Cinthia a Nerea.
— ¿Qué cita?
— Ayer, cuando Carlos y tú os fuisteis a hablar ella y David se fueron - me explicó.
— Cuenta, cuenta.
— Está bien… -Nos lo contó todo y cuando terminó de contarnos toda su tarde de ayer, no pudimos evitar decirlo.
— Que bonito -dijimos Cinthia y yo a la vez. Reímos.
— Oye! ¿Y tú que tal con Carlos? ¿habéis arreglado las cosas? -me preguntó Nerea.
— Bueno… me dijo que se había puesto así porque tuvo un mal día y que lo pagó conmigo -hice una pausa- obviamente no le creí, pero tampoco quise seguir insistiendo… así que me dijo que olvidásemos todo y ya está.
— Que raro -dijo Nerea.
— Un poco sí  -la contesté
— Pero volvéis a ser amigos, ¿no deberías estar feliz? -me preguntó Cinthia.
— Sí, pero hay cosas que no me cuadran y hacen que esté un poco confusa. -le respondí.
— Pues entonces vuelve a preguntarle -me dijo Nerea.
— Pero tampoco quiero seguir insistiendo -

En ese momento llamaron al timbre, pero cuando llegué al salón solo había una hoja en el suelo, abrí la puerta y no había nadie. Me extrañó. Cogí la hoja y la llevé a la cocina.

— ¿Quién era? -preguntó Nerea.
— Nadie. Él o la que ha llamado solo a dejado esto -le tendí la carta.

Cinthia y yo nos pusimos detrás de ella, cuando Nerea desdobló la hoja… no podíamos creernos, lo que había escrito allí, ni lo que había adjunto.