Comenzaba un nuevo día, mañana era el gran día y tenia muchas ganas de que llegara. Miré el reloj eran las 9:20 de la mañana así que volví a tumbarme y como era muy temprano me volví a dormir.
Cuando volví a despertarme eran las 11:25 así que decidí levantarme, fui a ducharme, me peiné, me vestí y fui a la cocina a hacerme el desayuno, como no, otro día más desayunaba sola, mi madre se había vuelto a ir temprano al trabajo. Llamé a Nerea, quedamos en 20 minutos en el parque que hay enfrente de mi bloque.
— Hola amor, ¿Cómo estas? -me dijo
— Hola peque, muy bien ¿y tu? -la pregunté
— Yo genial -dije sonriendo
— Mañana es el gran día, creo que hoy no dormiré nada- me dijo
— Tenemos que hacer todo lo posible por dormir bien esta noche, para mañana estar despejadas -la dije
— Lo sé, pero va a ser difícil -me dijo
— Bueno, ¿damos una vuelta? -la pregunté
— Claro -la dije
Estuvimos caminando un buen rato, hasta que a Nerea la llamó su madre y la dijo que tenia que irse. Yo me quedé un rato más paseando por el parque, hasta que me cansé de caminar y me senté un rato en un banco que había allí. La verdad es que en el parque había bastante gente, chicos y chicas con sus perros, madres con sus hijos, parejas paseando.
Yo seguía sentada en el banco que había frente a la fuente escuchando música en mi iPod. Miré el móvil, las 13:20h ya era demasiado tarde, además mis tripas rugían, tenia hambre, así que decidí volver a casa y prepararme algo de comer.
Llegué a casa, estaba sola, mi madre todavía no había vuelto de trabajar, me preparé la comida, cuando estaba recogiendo todo porque ya había terminado de comer mi madre entró por la puerta.
— Lo siento cariño, no he podido salir antes del trabajo -me dijo
— No te preocupes, no pasa nada -la dije
Me fui a mi habitación, cogí mi iPod y los cascos, puse la música a todo volumen, y me tumbé en la cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario